martes, 31 de julio de 2007

Pantallaconpatas

Son las 22.00 horas. Llevo desde las 20.00 sin hacer nada, ¡y no me dejan irme!
Creo que es un castigo por algo que no llego a entender. ¿Les mola el sado?

miércoles, 25 de julio de 2007

Pesadilla antes de septiembre I


La vuelta del Castillo, desde el cielo

Tengo los pies troceados en veinte cachitos a cada lado del portátil y mi cuerpo está pidiendo coger forma de sofá. Creo que nunca he andado tanto como hoy. Por la mañana, buscando gente que leyera por la calle (nadie lee, o nadie lee por la calle; espero que lo segundo); luego, para ir a comer; para ir al diario; para volver; para buscar historias que no han salido; para hablar con gente que no me quería hablar; para buscar accidentes de coche de los que sólo quedaba un tapacubos roto y cristales en el suelo.

¿Existe eso de perder el tiempo o es sólo una sensación? Un amigo mío decía que dormía poco porque dormir es perder el tiempo. Pero cuando dormimos, soñamos, y a veces nos acordamos. Yo cada vez me acuerdo menos, o sueño menos, y me parece terrible. Antes soñaba todas las noches. O me acordaba todas las mañanas. Unas historias geniales que siempre contaba a mi madre en el desayuno o a quien pillara por el piso después. Igual, como estoy sola en casa, mi cerebro no sueña. ¡Para qué -pensará-, si ésta no se lo va a contar a nadie cuando se levante!

He perdido tiempo de trabajo y de paciencia. He ganado tiempo para cabrearme, quemarme la piel y trocearme los pies. Y para conocerme cincuenta mil nuevas calles de Pamplona. De todo se aprende.