miércoles, 28 de febrero de 2007
denken
Llevo el sueño guardado en un sobre. Cuando llegue a casa, a las diez y media de la noche, lo abriré y se deslizará entre las sábanas. Hasta ese momento, el sobre, en el bolsillo interior de mi chaqueta y la mente, caminando descalza sobre el suelo.
domingo, 25 de febrero de 2007
Se llamaba Alberite...
Se guardó las vueltas, cobres ingrávidos, y empujó la puerta a la calle. La barra de pan "adobada", repleta de irrompibles bultos de harina y agua, ardía bajo su brazo. Pellizcó el currusco y arrancó su punta, tal y como hacía su madre. La miga se le deshizo en la boca. Una pasta ruda pero suave que hacía siete años que no probaba. Las obras y los supermercados habían invadido el pueblo, pero el pan de “El Ave”, ese panadero de pelo largo, aire descuidado y voz tímida, seguía igual. Igual que su gente, igual que el pueblo entero. Tosco por fuera, blando como una nube por dentro.
sábado, 24 de febrero de 2007
Todo empezó con un robo
El robo del cartel de mi calle es sólo uno de esos robos que se refugiarán en este blog. Un espacio para robar historias al mundo.
La que da nombre a esta página sucedió hace tres años y pico, cuando la placa metálica azul y blanca de mi calle se escondía detrás de unas vigas, en un portal en obras. Ahora tengo un trocito de Artekale en Pamplona. Es la calle que más vale en mi Monopoly.
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